sábado, 17 de febrero de 2007

Davos o Nairobi.

Mario Forti


Sábado 3 de Febrero 2007.


“No fuisteis criados para vivir como bestias sino para seguir en pos de la virtud y la sabiduría.” DANTE ALIGHIERI

El foro económico mundial se reúne en Davos siguiendo los parámetros de la economía neoliberal que azota a toda la humanidad y a través de los medios (IV poder) modela la mentalidad de los jóvenes hacia el individualismo, el egoísmo, y la indiferencia social. En Nairobi se desarrolla el foro social mundial, aquí se juntan los que luchan contra el modelo neoliberal, fomentando la economía solidaria, la creación de nuevas formas más justas de interrelacionarnos, la toma de conciencia ecológica, la defensa de los excluidos, la lucha contra la impunidad. Mientras en Suiza los ricos desarrollan las maniobras para seguir destruyendo al mundo en Kenia intentan la construcción de modelos políticos para la vida. No parecen, sino que son dos clases de hombres los que en Suiza y Kenia se distinguen, se marcan ay se diferencian. Los que están en Europa hablan el lenguaje del mercado, el dios de los neoliberales, ellos buscan consolidar al imperio mundial que el clan Bush viene desarrollando en tres generaciones. Los que están en África hablan el idioma de los pueblos que no se cansan de batallar por conquistar la libertad, buscan a la justicia, quieren la igualdad. Dos paradigmas se oponen en estos foros mundiales. Para los ricos en Suiza vale la economía, en donde la humanidad sólo cuenta para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Para la gente reunida en Kenia hay otro mundo posible que estamos construyendo, y en donde el socialismo del siglo XXI no es una utopía, sino una realidad indispensable para la subsistencia mundial en paz y con justicia. La gente en Davos desprecia la capacidad del hombre, y sólo contempla a la cantidad, al número, en tanto fortalezca el capital. En Nairobi el hombre es calidad, es valor, es ética, es cambiar hacia la armonía reconociendo la diversidad. En Suiza se globaliza la miseria con los programas que a través de los organismos mundiales se van a imponer favoreciendo a las corporaciones y multinacionales. En Kenia se sufre cada niño que muere cada tres segundos en el mundo por la falta de solidaridad mundial. Se organiza la comunidad mundial para fortalecer la conciencia revolucionaria que hará posible un planeta más sano, un modelo menos corrupto y corruptor de vidas, se mira hacia la integración y el combate contra el burocratismo y la falta de ética. Suiza reúne a los pocos poderosos, África a los muchos acumulando poder popular. Mientras en Davos se estructura la dictadura del imperio mundial globalizando la ignorancia y la muerte; en Nairobi se ordena el nacimiento del Estado Comunal que procura la equidad y la armonía entre las mayorías, signo y señal de vida y calor fraternal. En Suiza se favorece a la guerra mundial, en Kenia al desarme nuclear. En el país donde se fundó la Cruz Roja Internacional se reúnen los ricos para producir más heridos, presos y muertos en los conflictos armados y en las violaciones al derecho internacional humanitario; en Kenia el grito es para eliminar Guantánamo en Cuba, base de operaciones para detención y la tortura que tiene el imperio mundial contra los pobres y rebeldes del mundo. Los ricos en Davos calculan las ganancias en las operaciones de reconstrucción de países azotados por la guerra (ejemplo Líbano) mientras que en Nairobi los hombres allí reunidos luchan para evitar que se desaten más guerras en nombre del terrorismo y que llegue la educación a más de 40 millones de niños de Sudan y Somalia sometidos por la guerra. Se abordan temas cómo es posible que una sola potencia pueda dominar el mundo, cómo influye la industria del miedo en los ciudadanos, en manos de quién están los grandes medios de comunicación y cuál es su papel. En Davos el cuarto poder se afianza para robustecer los intereses del imperio en donde una transnacional es más poderosa que un bloque de países del tercer mundo. En Nairobi se aborda la situación de la pobreza en relación al consumo en el mundo, las áreas de miseria en los países desarrollados, las pandemias, el comportamiento de las grandes multinacionales farmacéuticas en los países en los que un tercio de la humanidad vive con menos de un dólar al día. En Davos se afirman los tratados que dan fuerza a la economía especulativa por sobre la economía productiva, lo cual generará más desempleo, pobreza, enfermedades, guerra y muerte. En Kenia se toma conciencia de que el presupuesto de Naciones Unidas es de 1,2 billones de dólares, seis veces menos que lo que los norteamericanos se gastan en cosméticos. Definitivamente hay dos clases de humanidades en el mundo, una que trabaja para la vida y la convivencia pacífica, protegiendo el ambiente y procurando la mayor felicidad para la gente que se junta para consolidar la justicia y el orden y otra que sólo piensa en sí misma, en sus placeres individuales y le importa un carajo los demás, contamina el ambiente y produce dolor y caos en la mayoría, como nunca antes en la historia de la humanidad. ¿En cuál estás tú ?

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