sábado, 17 de febrero de 2007

De la Sociedad Patriótica al PSUV

viernes 29 de diciembre de 2006


“No debe haber sectarismo posible cuando se trata de un esfuerzo como el que estamos
haciendo, en el cual lo importante es el colectivo mucho más que el protagonismo de
alguien”. Hugo R. Chávez. F.

“La unidad nos da la fuerza, la solidaridad nos da la cohesión, y mantiene esa cohesión.”
“Que todos sean artífices del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie.”
Juan Domingo Perón.



Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Miguel Peña, Francisco Espejo formaron parte de lo que podemos considerar el primer partido político en nuestro país a finales del 1810 y principios de 1811. Tuvo como finalidad esencial lograr que el Congreso Nacional proclamase la Independencia. Este objetivo logró consolidarse como todos lo sabemos aquel glorioso 5 de Julio de 1811 como a las tres de la tarde en la ciudad capital. Llegó a contar en su propia estructura con más de 600 miembros nada más en Caracas, y tuvo sus filiales en Barcelona, Barinas, Valencia y Puerto Cabello. Contó también con su periódico “El Patriota de Venezuela” cuya redacción estuvo a cargo por Vicente Salias y Antonio Muñoz Tebar. Todos los partidos políticos surgidos después de 1812, año del fin de la Sociedad Patriótica, carecerán de una verdadera estructura política de partido como tal y hasta 1840 serán más bien facciones o grupos personalistas. En 1839 José Antonio Páez lidera el Partido Conservador y gobernó hasta 1848 pero tampoco tuvo una estructura organizada, era más bien el grupo oligárquico que ordenaba al Estado según sus propios intereses económico-políticos. En 1840 nace el Partido Liberal por iniciativa de Tomás Lander y unos notables de Caracas con finalidades electorales. Tenía al períodico “El Venezolano como vocero y la redacción estaba bajo la dirección de Leocadio Guzmán quien a través de sus escritos llegó a liderar al mismo partido. El Partido Conservador utilizaba bandera roja para identificar su grupo, y eran centralistas. El Partido Liberal utilizó estandartes amarillos y luchó por la Federación. De la guerra civil que vino en la última mitad del siglo XVIII y hasta Gómez el país se debate furiosamente por consolidar una formación y estructuras políticas pero que muy tímidamente logra mantener. Conocemos lo que ocurrió entre la muerte de Juan Vicente Gómez y la llegada de Pérez Jiménez al poder. El país fue lentamente entregado a las multinacionales. Pasó sucesivamente del yugo español, a las maniobras colonialistas británicas y luego bajo el yugo del imperialismo yanki. La influencia de la revolución inglesa, francesa y norteamericana no lograron hacer que nuestra nación conquistara su verdadera independencia y soberanía. En 1958 se impuso un sistema de dictadura de los partidos políticos que nos llevó hasta 1989 cuando el pueblo fracturó al puntofijismo definitivamente. Hay antecedentes claros en las insurrecciones de Barcelona del 26 de Junio de 1961, de Carúpano, el 4 y 5 de Mayo de 1962 y de Puerto Cabello del 2 al 6 de Junio de ese mismo año 1962 que también marcan de manera radical una crisis en la estructura de los partidos políticos en Venezuela. Se reprime sanguinariamente esas insurrecciones pero queda en el alma de un pueblo la necesidad de cambiar de paradigmas políticos. Treinta años después nace la insurrección el 4 de Febrero 1992 y el 27 de Noviembre del mismo año, como respuesta militar al Caracazo, que había tenido lugar 3 años antes. Así se inicia la nueva fase histórica de nuestro pueblo que vive una revolución bolivariana bajo la conducción indiscutible del comandante Hugo Chávez. Entramos al tercer milenio revolucionariamente. La crisis de los partidos políticos no terminó con la influencia bolivariana, sino que al contrario se agudizó aún más. Durante 10 batallas electorales el pueblo ha manifestado abiertamente su apoyo al líder que concentra, unifica y centraliza el poder que emana del soberano. Nace un modelo único en su estilo, nuevo en su ordenamiento y revolucionario en su disposición a cambiar los viejos paradigmas políticos que existían. No es a una idea o a una institución a lo que el pueblo bolivariano persigue con frenesí. Es un compromiso con una persona. Es el nacimiento de un nuevo tipo de liderazgo que encarna un proceso colectivo que trasciende las estructuras políticos partidistas, y enrumba al país a una forma de vida democrática jamás experimentada antes. Enarbola las banderas de la participación y el protagonismo por encima de la forma representativa que dictó el pasado. Surge la democracia directa, se diferencia de todas las formas del socialismo real del siglo XX porque ni la ideología ni el partido juegan papeles dogmáticos o significativos. Seguramente tiene antecedentes en procesos como los que vivió el peronismo en la Argentina de la postguerra, y la revolución cubana después de 1959, y otros más pero que efectivamente se manifiesta en una dialéctica pueblo-líder, cuya forma institucionalizada de administrar el poder ha sido más justamente distributiva de las riquezas y recursos nacionales. Durante 8 años no ha parado el trabajo de edificación político estratégico como escudo protector contra las conspiraciones internas y provenientes del exterior. Hemos podido sobrevivir ante una guerra asimétrica siniestra que permanentemente trabaja para destruirnos como nación. Ha habido una intensa lucha por organizar la interacción positiva, entre cada componente de la estructura emanada del seno ordenador. Esto lo vemos en el nacimiento de instituciones como las misiones que integran a través de objetivos que van hacia la educación, la salud, el empleo, vivienda, seguridad, esto nos ha llevado a concentrar poder en una unidad política que es nuestro Estado socialista. Vamos hacia la construcción de una estructura política que supere la constante de fracturación del Estado naciente por la creciente consolidación de grupos de intereses político-económicos contrapuestos entre sí. Buscamos y nos orientamos hacia la unidad política en el proceso de construcción del socialismo del siglo XXI, y por eso nace el Partido Socialista Unido de Venezuela ante una realidad geopolítica inexorable: Venezuela se ha convertido en un centro de interés estratégico dentro de la política mundial. Tenemos un proyecto que supera los mitos políticos del siglo XX, el falso desarrollo económico inducido desde afuera; y la falsa democracia también inducida desde el exterior. Nuestras mentas alimentan el desarrollo endógeno y nuestra política construye una forma democrática nacida bajo principios axiológicos que provienen de nuestra propia cosecha nacional y regional. De la Sociedad Patriótica al Partido Socialista Unido de Venezuela han transcurrido 196 años. Casi dos siglos madurando la unidad del pueblo con su ejército convertido en pueblo en armas, un cuerpo sólido cuya formación ideológica tiene como destino el cambio del paradigma autodestructivo del sistema capitalista y se orienta hacia un horizonte de consolidación ético político en donde la soberanía es nacional, la justicia es social y la independencia es económica de verdad. Todo esto gira alrededor de un sol revolucionario cuyo compromiso y liderazgo personifica nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Y sino pregúntenle a los más de siete millones de electores que votamos por su reelección el primer domingo de este mismo mes en curso. Nuestro partido es socialista, y nuestra unidad es con el comandante como líder único.

2 comentarios:

Solidaridad con Cuba dijo...

Felicitaciones cumpa por la pagina..solo una cosita para decirle...Eva Peron ¿Mujer Revolucionaria?...me parece que s e confundio en el tipeo

Chau dijo...

Descubro tu página y me acerco a la Revolución Bolivariana, rompiendo la barrera del silencio y las mentiras de los medios privados de mi país.

Saludos!

Fernando
http://siglosocialista.blogspot.com