sábado, 17 de febrero de 2007

El diamante de la revolución.

24 de Octubre 2006

“¡Por qué tan duro! – dijo en otro tiempo el carbón de cocina al diamante; ¿no somos parientes cercanos?”-- ¿Por qué tan blandos? Oh hermanos míos, así os pregunto yo a vosotros; ¿no sois vosotros – mis hermanos? ¿Por qué tan blandos, tan poco resistentes tan dispuestos a ceder? ¿ Por qué hay tanta negación, tanta renegación en vuestro corazón? ¿Y tan poco destino en vuestra mirada? Y si no queréis ser destinos ni inexorables: ¿cómo podríais algún día – vencer conmigo? Y si vuestra dureza no quiere fulminar y cortar y sajar: ¿cómo podríais algún día – crear conmigo? Los creadores son duros, en efecto. Y una bienaventuranza tiene que pareceros el imprimir vuestra mano sobre milenios como si fuesen cera,-- una bienaventuranza, escribir sobre la voluntad de milenios como sobre bronce,--- más duros que el bronce, más nobles que el bronce. Sólo lo totalmente duro es lo más noble de todo. Esta nueva tabla, oh hermanos mios, coloco yo sobre vosotros: ¡haceos duros!---“ De Así habló Zaratustra. 3,90. Federico Nietzsche.



Difícilmente podrán ocultar por más tiempo la orquestada conspiración contra el poder popular en Venezuela. Se trata de la histórica burguesía decadente que pierde terreno político y comienza terriblemente a sentir blanda la calle (disolución). Creen nihilistamente que controlando las mesas electorales van a impedir que el pueblo siga manteniendo el poder que ganó durante 8 años de guerra asimétrica electoral. Multimillonarios bombardean salvajemente por los medios privados los hogares con opiniones fabricadas en Miami. Mentiras repetidas sin fin que ocultan la desesperación imperialista. La burguesía venezolana y latinoamericana que no ha tomado conciencia de que se acabó la hora de la corrupción, de la intolerancia, del arribismo, de la excluyente forma de pensar, del racismo disfrazado de populismo mediático, y en resumen de que se acabó la hora de la injusticia social, pierde piso histórico, y profundamente herida aparenta estar unificada tras la imagen del furioso muñeco (chukky) que responde a los intereses del diablo Bush. Es tal la manipulación mediática que profundos pensadores caen en la trampa manipuladora. Que el venezolano se cansa en 8 años de gobierno, que la revolución chavista está plagada de mercenarios, que el pueblo lo que quiere es paz, que los huecos de las calles, que la inseguridad, que Cuba, que los cubanos, que los de afuera si y nosotros no, perturban con ideas maquiavélicas de polarización infinita, y tergiversan las informaciones hasta generar un caos capaz de hacer cambiar de ideas a aquellos que no se han afirmado bajo el influjo de principios revolucionarios reales. Para nadie que se mantenga firme en su propio criterio ideológico fundamental es una falsedad que en verdad no hay oposición política en nuestro país sino una confabulación de golpistas esperando el turno para sacar sus pezuñas y cobrar. El mundo burgués y su civilización mediocre sin tradiciones verdaderas y herida en el corazón, da sus últimos manotazos de ahogado. La generación WASP (blancos, anglosajones, protestantes) que intenta imponer una dictadura mundial tiene revuelto el patio trasero. Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Cuba y Venezuela están dando una batalla sin cuartel para no dejarse someter por el yugo sionista que proviene de la Casa Blanca. Le quitaron la posibilidad a México de gobernarse a si mismo y será gobernada por lacayos. A Colombia la mantienen controlada por dentro y por fuera desde 1947. Chile y Perú cada uno a su manera siguen pautas imperialistas. Brasil y Ecuador esperan la segunda vuelta electoral que está vigilada por milicias tecnocráticas norteamericanas para que no gane el pueblo nunca. En el Consejo de la ONU batallamos como nunca antes y como nunca antes se le da en la madre al Goliat de la impunidad. ¿Quién podría creer que luchamos contra Guatemala? Nadie duda que guerreamos contra el imperialismo yanki y su dictadura mundializada en instituciones que dicen ser democráticas. Se hunde el aparato fascista de gobierno mundial y son los pueblos que buscan soberanía e independencia los que dan la batalla final contra la anticivilización burguesa.
El peligro es constante. Por todas partes hay pruebas de conspiración y ataques contra el pueblo personificado en Hugo Chávez, Lula, Kircher, Morales, Correa, Fidel y sus gestiones gubernamentales. En las esferas de las Naciones Unidas y en la de las instituciones de gobierno local también. En todas partes hay gente que traiciona el ideal y las esperanzas del pueblo alzado por su libertad. Desde el empleado público que usa la ideología revolucionaria para ganarse unos reales hasta el funcionario diplomático que vende a su patria por unos dólares. Hay un ejército de apátridas que vendió, vende y venderá a la revolución cuando mejor pueda. El peligro es real, desde políticos civiles que esconden sus verdaderas malas intenciones para la hora aciaga, hasta el militar que sin principios nacionalistas es un eslabón más de la cadena corrupta que intenta destruir al proceso socialista que estamos consolidando ahora. La musiquita de atrévete y las maniobras mediáticas manipuladoras de las masas intentan vencer el sentimiento de amor popular al líder indiscutible venezolano. Las estadísticas de la administración y gerencia del poder nacional que aparecen en rojo (faltándole al pueblo), y la ineficacia en el uso del poder (en todos los ámbitos) juegan a favor de la contrarrevolución. Desde una mala gestión municipal hasta el burocratismo estadal indecente arremeten contra los más pobres y menesterosos. El deshonor y la indignidad de funcionarios públicos y la traición de pseudos revolucionarios se confabulan como atentados inmorales contra las familias venezolanas que no han perdido las esperanzas de un porvenir auténticamente justo. Por eso digo que luchamos no contra individuos sino contra legiones, potestades, principados infernales, que desean ver al mundo pobre sometido al yugo de la tecnología al servicio de la esclavización del planeta, uniformados en la miseria e igualados en la marginalidad y la exclusión. Por eso defienden a Israel que sigue matando palestinos sin que la ONU pueda hacer nada. ¿De que sirven los Convenios de Ginebra? ¿De qué el Derecho Internacional Humanitario? Para el Pentágono no hay ley que valga, ellos se aseguran de poder seguir torturando e invadiendo preventivamente a las naciones que considera “amenazantes del orden establecido” por ellos, desarrollando la guerra permanente. Esa es la verdad que no existe estado de derecho internacional, por lo que corresponde a los pueblos soberanos asegurarse por si mismos ante la afluencia del desatado caos universal. Nuestra revolución es una muestra del orden que podemos restituir en nuestro territorio nacional. Para nadie es extraño que defendemos este orden a favor de las mayorías históricamente excluidas, por eso nos alineamos al pensamiento socialista. Pero esto no significa que repetiremos aquí fallos cubanos, soviéticos, chilenos, españoles, coreanos, vietnamitas, chinos, iraníes, libios, iraquies o de cualquier otra nación que haya pasado por un proceso socialista y revolucionario. Aquí cometeremos nuestros propios errores porque no somos perfectos, pero no se nos achacará la idolatría revolucionaria. Porque una cosa es el amor al pueblo cubano en Fidel o al pueblo argentino de Perón o al chileno de Allende, y otra cosa que no tengamos nosotros raíces profundamente socialistas locales y que tengamos que depender de los demás. No señores y señoras, es al revés, nos sobran muestras de liderazgo revolucionario y de fundamentos ideológicos justicialistas hoy llamado socialismo. Lo que necesitamos es tiempo para que sedimenten y cuajen en nuestra realidad social. Se van a oír de nuevo las voces de la protesta indígena ancestral, las afrovenezolanas, las criollas unificadas en un pueblo revolucionario tricolor que vencerá la guerra contra el despotismo, la impunidad y el esclavismo denigrantes.

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