sábado, 17 de febrero de 2007

El IV PODER CONTRA LA V REPUBLICA

El golpe mediático y cibernético del mes de Abril pasado reunió en un solo bloque sangriento tanto a la tecnología celular como a naves extranjeras poderosamente equipadas con equipos ultramodernos. Desde la órbita terrestre los satélites enviaban y recibían información que los venezolanos no podíamos procesar, ni entender, pero que eran utilizadas por los golpistas nacionales e internacionales. Vivímos una fugaz manifestación del pasado tenebroso de muerte, allanamientos, desaparición forzada, persecuciones políticas, anulación de las garantías democráticas, violaciones de todo tipo, y todo lo que una verdadera dictadura tiene en su seno siniestro. Desde el secuestro presidencial hasta la toma del poder por la plutocracia apátrida, mediada por rambos destetados de PDVSA, intermediada por militares y civiles furiosos de la IV República negados al proceso reformador histórico venezolano y ávidos de repartirse un botín de guerra cual etílicos pirátas del caribe; desde una cortina de intelectuales y artistas vendidos que creíamos querían al país, hasta la ola de engañados huelguistas y simpatizantes de una protesta necrofílica, destinada a más engaño y a más traición. Los venezolanos no podemos comprender en segundos históricos lo que ha destapado una olla podrida nacional e internacional de más de 50 años. Inmediatamente después al rescate del líder de una nación destinada a llevar a sus últimas consecuencias una labor revolucionaria, la instalación de una Comisión de la Verdad nos mantiene al tanto de los discursos políticos de lo que todos en Venezuela conocemos como la polariazación entre un bando que es descarnadamente golpista y prefiere hundir a Venezuela antes que verla perdida como botín, teta, arca o gallina de los huevos de oro; y un bando que tiene como responsabilidad histórica la reforma y restauración de un hilo constitucional roto durante más medio siglo. Es entonces cuando descubrimos aterrados que la televisión, la radio y la prensa y la internet se prestan a la traición y forman un poder fascista, un brazo mediático conspirador destinado a querer destruirnos como pueblo, como espíritu de una nación. Desde el “himno nacional” de Ilan Chester para a esa Venezuela ligth capaz de vender a la madre por una Coca Cola, Miami, Mc Donalds, American Express, hasta el dúo dinámico de Pérez Recao-Molina Tamayo, cual Batman y Robin, pasando por los partidos políticos apoyados por industriales corruptos de la vieja Venezuela, y la parte de la iglesia que se ha corrompido, representan a un país putrefacto, sin bandera, sin alma, sin raíces, sin raza, sin sangre, sin historia. La tecnología supermoderna junto a los traidores por excelencia han herido al país en una dolorosa batalla, y lograron desestabilizarlo y hasta hacernos llorar de frustración y rabia; pero no nos han vencido, nos han hecho más fuertes. Los medios al servicio de los poderosos han sido identificados como traidores en potencia y en acto. No sólo por que sus dueños, parásitos que viven de la mentira y el engaño sistemático y de la satanización de un proceso político revolucionario y reformista, son responsables, sino también por que amenzan, acosando a sus trabajadores con quitarles el pan sino escriben, sino leen la realidad del país bajo el cristal endemoniado de los que mienten y perversamente gozan creando el caos y expandiendo más la confusión. El IV poder contra la V República representa una fase terrible de nuestra revolución destinada a transformar la mentalidad de los venezolanos y residentes en el país. Nuestro homenaje a los próceres y padres de la patria es la lucha incanzable frente a los que han usurpado el nombre de la libertad de expresión, de información veráz, de valores éticos y de principios justos en la teoría de la comunicación. En el fondo son cibervampiros que viven de la sangre de un pueblo noble y como lo digo, destinado a la gloria y a la victoria por sobre la ignominia, sobre la impunidad y sobre la mentira. El yugo mediático del que sólo vimos la cola del iceberg el pasado 11 de Abril mostró sus dientes. El propósito del IV poder es crear una opinión pública domesticada. Y orientada en contra de los valores nacionales. La misión de la mayoría de los medios es confundir, desorientar, adulterar, mentir, trastornar, e impedir un criterio libre, soberano, independiente y autónomo. La estructura cibernética destinada a lavarle el cerebro a multitudes creando una opinión pública maleable, ligth, internacionalista, global, sin raíces, sin historia, sin sangre y sin raza, es la idea nuclear de los plutócratas golpistas y sus sicarios, repartidos en todos los ambitos de la vida nacional. La bestia bíblica ha manifestado una de sus diez cabezas, cortándola han aparecido 20 más. El IV poder es un gigantesco robot que idiotiza y pervierte naciones enteras. La V República es un grupo de hombres y mujeres destinados a una guerra santa, guerra espiritual y cósmica, reformadora y restauradora de los principios humanitarios que se rigen por la razón, la virtud y la sangre. Los medios de comunicación sirvieron de plataforma, guiando hacia la muerte de los venezolanos caídos. Son armas mediáticas apuntando a miles de inocentes que no tienen la capacidad de leer entre líneas, desinformarse, procesar y comprender la mentira a la cual son llevados como borregos, como a centenares de miles de manifestantes a Miraflores desde Chuao. Entonces, ¿quién está herido de muerte en Venezuela el IV poder (el nuevo fascismo) o la V República (la democracia nueva)?

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